jueves, 24 de enero de 2013

ESTUDIO SOBRE FIESTAS JUDIAS

Las fiestas judías tienen una explicación, ya sea, a través de un evento histórico, político o de carácter religioso, ingredientes que ellos mezclaron para darle un valor a su nación, su tierra y a Dios como el artífice de todo. Las festividades de los pueblos obedecen a ciertas características de su idiosincrasia, motivadas por sucesos de índole patriótica o cultural, que mueven a éstos a tener un día esperado para recordar
 sucesos importantes de su historia. El tema que nos ocupa tiene como motivo fundamental observar el porqué de las fiestas judías en los tiempos de Jesús; para tal fin debemos buscar un poco su fondo.
Las fiestas entre los judíos tenían significados diferentes a las de los demás pueblos que les rodeaban. Como pueblo elegido, portador de la ley, y el considerarse privilegiados de Dios, les hizo colocar muy en alto el concepto de fiesta, como algo enviado por Él. Albert Rouet (1982) expresó: "Las fiestas celebran la intervención de Dios para la historia, celebrando, por consiguiente, el nacimiento de un pueblo haciendo presente el acontecimiento fundador[1]". Dios es fundamental en la historia judía, sus fiestas nacen de Él, estrechamente ligadas con su pueblo y sus oficios.

Siendo que las fiestas eran explicadas con base en el fundador del pueblo, eso nos ayuda a pensar que éstas tenían un carácter sagrado. El elemento religioso en las fiestas judías se puede ver muy marcado. Además, la relación de ellas con la agricultura es fundamental. Comparando el calendario agrícola con el de sus fiestas, se explica la fusión total de los elementos religiosos, históricos y agrícolas.

En Levíticos 23:1 ssg, podemos ver todo el ritualismo que se debía observar en las fiestas importantes. En estos versículos sobresale la frase "ofreceréis a Jehová", como señal de gratitud a Dios. Las fiestas, en un principio, tenían sencillez, pero en tiempos de Jesús se habían introducido innovaciones, posiblemente por influencia helénica y romana.

Algo importante dentro de las fiestas judías era su agrupación en tiempos especiales. G. Cornfeld (1970) observó: "Las fiestas judías se agrupaban en torno a los equinoccios de primavera y otoño,  las cuales se celebraban correspondiendo con la luna llena[2]. Esto hace que muchas de ellas tengan que variar de tiempo, por la sujeción del mismo, aunque las básicas no se mueven del calendario, sólo en caso de guerra o por fuerza mayor.


[1] A. Rouet. Hombres y cosas del Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. 1982. p. 32
[2] G. Cornfeld. Enciclopedia del mundo bíblico. Plazas y Janeth. 1970. p. 411

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