viernes, 20 de mayo de 2011

LOS QUE QUIEREN CALLAR LA PALABRA DE DIOS

El día de hoy he escogido un tema que me llega hasta la médula de los huesos. Voy a hablar de Jesús, voy a hablar de esa persona maravillosa que murió por mí y por ti, que resucitó y que está vivo, que ha cambiado mi vida y es capaz de cambiar tu propia vida.
Y que es capaz de hacer algo hoy en tu propia historia no importa donde estés, es más, él se especializa en los casos difíciles, su especialidad son aquellos casos que humanamente son imposibles. Pero no hay nada, nada imposible para Dios.
Así que si tú que estás oyendo este mensaje y sientes que tu caso es difícil, que tu caso es imposible, estás en la frecuencia correcta. Prendiste tú corazón en la estación completa, porque aquí está Jesús el que es capaz de hacer lo que los hombres no pueden realizar.
Bienvenido todo aquel que se encuentra en una circunstancia así. Porque el tema que precisamente nosotros hemos seleccionado para compartirlo es una historia muy bella que tal vez ya conocen ustedes pero que me voy a permitir recordárselos.
Pablo y Silas su compañero, predicaban la Palabra de Dios y por esta razón los metieron a la cárcel y no solo a la cárcel sino que los echaron hasta el calabozo más profundo y dice la Palabra de Dios: "ataron sus pies y sus manos en un cepo. "Y no solo eso oigan más"
Hech 16,25-34 de la Palabra de Dios

Hacia media noche, Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios (eran presos muy felices y contentos) y los presos los escuchaban. De pronto se produjo un gran terremoto que conmovió los cimientos mismos de la cárcel y al momento se abrieron todas las puertas de la prisión y se soltaron las cadenas de todos los presos. El carcelero se despertó y al ver las puertas de la cárcel abiertas intentaba quitarse la vida, pues pensaba que los presos habían huido.
Entonces el carcelero pidió luz, entró de un salto, y tembloroso se arrojó a los pies de Pablo y Silas, los sacó fuera y les dijo: "¿Señores, que tengo que hacer yo para ser salvado?". Ellos le respondieron: "Ten fe tú, y te salvarás tú y toda tu casa." Y le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa.
Por mucho que quisieron callar la palabra de Dios, esta se hizo más notoria, asi mi amigo que auque quieran callarte y decirte que Dios no te escucha, ten fe y pon la mirada en el señor Jesucristo y tu y tu casa seran salvos. amen.

A LOS QUE PREDESTINÓ, TAMBIÉN LOS LLAMÓ

Romanos 8:30   Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó,...